En el mundo actual, el conocimiento financiero va más allá de una simple herramienta o la suma de información; porque además de ser el tipo de información que tiene valor en su aplicación y no en su retención, esta se ha convertido en una necesidad constante para los inversionistas que buscan estructurar un portafolio que cumpla la función de ahorro, protección y multiplicación del capital, independientemente si el origen es una herencia, el flujo de una negocio, o las ganancias de capital de inversiones previas.
La necesidad de ampliar el espectro financiero de una persona se extiende a través de diversas facetas de las finanzas personales, desde la capacidad de generar ingresos sin capital inicial hasta la protección y multiplicación del patrimonio existente. Diferentes facetas requieren de diferentes habilidades.
Responsabilidad individual en la gestión financiera
La gestión financiera personal no debe dejarse al azar o a las circunstancias. La responsabilidad recae en cada persona para educarse y tomar decisiones informadas respecto a su dinero. Esta educación (que nunca termina) es crucial para no depender exclusivamente de la estabilidad de un negocio o empleo, lo cual puede ser volátil y fuera de control personal. Controlar las finanzas personales, al menos en un aspecto de planificación y gestión, significa tener un plan, un colchón de seguridad, y una estrategia para el futuro. Reflexionar e implementar un marco de pensamiento antes de tomar una decisión y no tomarlas por impulso o recomendación… Todos conocemos a alguien que compro un terrenito en alguna parte porque le dijeron que “era un buen lugar para comprar”.
Diferenciar las facetas del manejo del dinero
Es muy importante entender que hacer dinero sin capital, proteger el dinero y multiplicarlo son habilidades distintas. No porque una persona se desempeñe bien en una de las facetas mencionadas anteriormente, necesariamente se va a desempeñar bien en las otras. Muchos vivimos confundidos pensando que el éxito en una faceta o en un área de la vida nos va a garantizar el éxito en otras, cuando en realidad el error en el humano suele ser la constante. Te doy un ejemplo sencillo: Hay personas que piensan que porque ya hicieron dinero, pueden dar consejos de vida o de familia, ya que (según ellos) ya lograron el éxito y entendieron de que se trata la vida (o algo así).
Muchos pueden ser eficientes generando ingresos desde cero, pero eso no implica automáticamente una habilidad para proteger esos ingresos contra la inflación o riesgos inesperados, y menos aún para multiplicarlos. Cada faceta requiere un conjunto de conocimientos y estrategias específicas que se deben aprender y practicar conscientemente. Recuerda que el aprendizaje debe ser la constante.
Multiplicar el dinero en tiempos de inflación, obligación más que necesidad
En un entorno económico en constante cambio, simplemente proteger el dinero no es suficiente. La inflación y otros factores económicos pueden diluir el valor del dinero (poder adquisitivo) con el tiempo, haciendo obligatoria la búsqueda de vehículos de inversión que no solo protejan sino que aumenten el patrimonio. La multiplicación del dinero, a través de inversiones inteligentes, se convierte en una necesidad para asegurar un futuro financiero estable.
Entender que todos los negocios se encuentran amenazados ante una inminente disrupción en prácticamente todas las industrias no significa ser paranoico, simplemente brinda perspectiva a entender que los negocios de hoy no serán para siempre, que puede ser una buena idea no reinvertir todo lo que un negocio genera en el negocio, ya que en algún punto los negocios se pueden volver ingratos, y esto no es culpa tuya, tampoco es culpa del negocio, simplemente vivimos en un periodo de transformación y disrupción constante en los modelos de negocio.
Mi invitacion es a contemplar la importancia de desarrollar nuevas habilidades de manera constante, como dice Freddy Vega: Nunca pares de aprender.
Desarrollar habilidades y no parar de aprender
“Para los expertos solo hay un camino, pero
para los novatos hay cientos de caminos”
Para multiplicar el dinero, es indispensable desarrollar una educación financiera sólida que permita identificar oportunidades de inversión y evaluar riesgos de manera efectiva. Esto implica entender el mercado, conocer las opciones de inversión disponibles y tener la capacidad de tomar decisiones basadas en análisis y no en emociones. La educación financiera es la herramienta que empodera a las personas para hacer crecer su patrimonio de manera sostenida. Aunque hay personas que tienen suerte en este camino, la suerte no puede ser una estrategia.
La educación financiera no es solo un complemento deseable de una persona que ya ha generado capital en sus negocios; es una necesidad crítica para cualquier persona que aspire a proteger y multiplicar su patrimonio. En un mundo financiero complejo y en constante evolución, solo aquellos armados con el conocimiento y las habilidades correctas pueden esperar alcanzar la seguridad y el crecimiento financiero. Es hora de asumir la responsabilidad personal de nuestra educación financiera y comprometernos con el aprendizaje continuo en esta área.
Y tú, ¿en cual de las facetas te consideras más bueno y que estas aprendiendo para desempeñarte mejor en las demás?
Diego Alcalá, Director de operaciones en Comprando América
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