Siempre he creído que saber crear y operar un negocio requiere de habilidades y una estructura de pensamiento distintas a las que requiere un buen inversionista. Muchas veces el éxito en la creación u operación de los negocios propios nos confunde haciéndonos creer que eso nos vuelve buenos inversionistas, consultores, etc. Es común el fenómeno de que el éxito en un área nos de exceso de confianza en otras áreas, pero como dice mi mentor: Por lo general nos creemos más inteligentes y mas buenos de lo que realmente somos. Esto aplica para casi todo.
Invertir en un negocio no es una decisión que deba tomarse a la ligera, el excedente de flujo no te obliga a diversificarte. (Ya hemos discutido la diferencia entre diversificarse y diluirse en atención y recursos). Por esto es muy importante hacernos las preguntas correctas antes de tomar una decisión de inversión en un nuevo proyecto y negocio, porque lo que parece obvio, termina no siéndolo.
Estas preguntas no son una ley universal, simplemente son un marco de pensamiento donde quiero que te quedes con lo siguiente: Toda decisión de inversión y de negocio debería implicar un proceso de reflexión y análisis.
1. ¿Cuánto voy a invertir y para qué es esta inversión?
La inversión inicial es la primera pregunta sobre la cual se construirá tu negocio. No se trata solo de una cifra económica, sino de un compromiso con el proyecto. Es crucial determinar no solo cuánto capital estás dispuesto a invertir, sino también entender cómo se distribuirá este capital dentro del negocio. ¿Se asignará a la adquisición de activos, al reclutamiento de un equipo, o quizás a campañas de marketing para dar a conocer el proyecto? Cada peso o cada dólar invertido debe tener un propósito claro que contribuya a los objetivos a largo plazo del negocio. Además, en todos los negocios debes considerar la posibilidad de imprevistos y asegúrate de tener un colchón financiero (estrictamente destinado a ese negocio) que te permita maniobrar en situaciones inesperadas.
2. ¿Cuánto tiempo y esfuerzo personal debo poner en este negocio?
La inversión de tiempo y esfuerzo personal a menudo supera la inversión financiera inicial. Evalúa honestamente tu disponibilidad y compromiso para dedicar al negocio, especialmente si lo vas a hacer con socios. ¿Estás buscando ser un inversionista pasivo que delega la operación diaria, o te ves implicado en el día a día del negocio? La respuesta a esta pregunta puede influir en el tipo de negocio que elijas para invertir, en cómo estructuras su operación e incluso en el si vas o deberías invertir en el. Recuerda que el éxito de un negocio muchas veces está directamente relacionado con el nivel de implicación de los dueños, especialmente cuando estamos hablando de negocios nuevos. Saber que un modelo de negocio es funcional y hacerlo funcionar para ti son dos cosas distintas. O volviendo a citar a mi mentor: El Excel y el PowerPoint lo aguantan todo.
3. ¿Este negocio me genera liquidez o requiere de inversión circulante?
Comprender el modelo de flujo de caja del negocio es vital. Algunos negocios, como los servicios o el comercio electrónico, pueden comenzar a generar ingresos rápidamente. Otros, como los restaurantes o las empresas de manufactura, pueden requerir inversiones continuas en inventario o equipos, especialmente si el negocio se encuentra creciendo. Analiza cómo el modelo de negocio afecta la liquidez y asegúrate de que esté alineado con tus necesidades y expectativas financieras. Considera también la estacionalidad del negocio y cómo esto puede impactar en el flujo de caja a lo largo del año. Cada negocio se opera de manera distinta, y no porque fuiste un gran proveedor de servicios con tú negocio anterior, vas a saber como se opera un negocio que implica líneas de producción e inventarios.
4. ¿Qué rendimiento me va a generar?
Esta es una pregunta crucial que busca no solo cuantificar el retorno financiero, sino también entender el marco temporal y las condiciones bajo las cuales se espera que este retorno se materialice. Realiza un análisis detallado que incluya proyecciones financieras, estudios de mercado y, si es posible, compara con negocios similares en tu área o sector. Este análisis te proporcionará una base sólida para establecer expectativas realistas y medir el éxito de tu inversión a lo largo del tiempo.
5. ¿Cuál es el riesgo de mi inversión? (medido en tiempo)
El riesgo es inherente a cualquier inversión, y comprender este aspecto es esencial para manejar nuestras expectativas y prepararnos para posibles escenarios adversos. Yo invito a la gente a ser pesimista en sus inversiones o a por lo menos no ser tan optimistas. Ningún inversionista ni empresario tiene una tasa de éxito del 100%, así que deja de pensar que tú la tendrás. Evalúa el riesgo no solo en términos financieros, sino también en tiempo. ¿Cuánto tiempo estás dispuesto a esperar para ver el retorno de mi capital o para eliminar mi riesgo financiero de este negocio? ¿Cómo afectarían a tu inversión y a tu vida personal eventos como cambios en la economía, nuevas regulaciones o la entrada de competidores fuertes en el mercado? Tener un plan de contingencia y una estrategia de salida clara puede
ayudarte a navegar por aguas turbulentas y tomar decisiones informadas en momentos críticos.
Invertir en un negocio implica compromiso y una planificación cuidadosa. Al profundizar en estas cinco preguntas, nos armamos con una comprensión más profunda de lo que implica esta decisión y cómo podemos prepararnos. Recuerda que la clave está en el equilibrio: equilibrar tus emociones con una evaluación racional, tus expectativas con la realidad del mercado y tu apetito de riesgo con la prudencia financiera.
Y tú, ¿Qué otras preguntas te haces antes de invertir en un negocio?
Diego Alcalá, director de operaciones Comprando América
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