
En el tiempo que llevo analizando patrones de riqueza y estudiando el comportamiento de grandes patrimonios, he notado algo fascinante: prácticamente todos los Ultra High Net Worth Individuals (UHNWI) - personas con un patrimonio superior a los 30 millones de dólares - tienen su propio negocio. Esta observación va más allá de una simple coincidencia, ya que nos revela una estrategia fundamental en la construcción y preservación de la riqueza.
Warren Buffett dijo: "Si no encuentras una manera de ganar dinero mientras duermes, trabajarás hasta morir". Los UHNWI parecen haber entendido este concepto a la perfección, pero con un giro interesante: En lugar de depender únicamente de inversiones pasivas, mantienen negocios operativos como base de su estrategia patrimonial.
La pregunta obligada es: ¿Por qué los negocios son tan importantes en la ecuación de la riqueza? La respuesta está en su capacidad productiva única. Mientras que las inversiones tradicionales como bienes raíces o acciones pueden generar rendimientos predecibles, un negocio bien gestionado tiene el potencial de producir retornos exponencialmente mayores. La mayoría de personas hemos visto casos donde un negocio bien ejecutado puede generar rendimientos anuales del 50%, 70% o más sobre el capital invertido, algo difícil de lograr consistentemente con inversiones pasivas.
Ray Dalio, fundador de Bridgewater Associates, lo expresa claramente: "La diversificación puede ser la única comida gratis en las finanzas". Sin embargo, lo que muchos no mencionan es que esta diversificación debe comenzar con una base productiva sólida, y ahí es donde entran los negocios.
Siempre he sido critico de los creadores de contenido que promueven lo que yo llamo “la diversificación sin pies ni cabeza”, creadores que venden cursos en los que te hablan de de 10 o 20 vehículos para invertir, invitandote a poner “un poco de dinero” en cada uno de estos, ofreciendo esta estrategia como fuente de riqueza garantizada, mientras ignoran que la riqueza (estadisticamente) empieza con un negocio propio.
Tomemos como ejemplo el caso de un empresario que conozco. Comenzó con una pequeña empresa de logística hace 15 años. Mientras sus competidores se enfocaban en maximizar ganancias a corto plazo, él reinvertía consistentemente en tecnología y expansión. Hoy, su negocio no solo genera flujos de efectivo superiores al promedio de su industria, sino que también le ha permitido diversificar en bienes raíces y otros activos. La clave fue entender que su negocio era la base productiva que alimentaría todo su portafolio de inversiones.
Los negocios también ofrecen una ventaja diferencial que otras inversiones no pueden igualar: control. Cuando eres dueño de un negocio, tienes la capacidad de influir directamente en su desempeño. En tiempos de inflación, puedes ajustar precios. Durante recesiones, puedes optimizar operaciones. Esta flexibilidad es invaluable en un mundo cada vez más volátil e incierto.
Howard Marks, cofundador de Oaktree Capital, frecuentemente habla sobre la importancia del control en las inversiones. En su libro "The Most Important Thing", enfatiza que el verdadero riesgo no es la volatilidad del mercado, sino la pérdida permanente de capital. Los negocios, cuando se gestionan adecuadamente, ofrecen una protección natural contra este riesgo al permitir un control directo sobre las operaciones y la estrategia.
La protección patrimonial es otro aspecto fundamental que los UHNWI entienden bien. Un negocio correctamente estructurado puede servir como vehículo para la preservación y transferencia intergeneracional de riqueza. He visto familias empresarias que han mantenido y multiplicado su patrimonio durante generaciones gracias a la base sólida que proporciona un negocio bien establecido.
En el entorno actual, con tasas de interés volátiles y mercados inciertos, los negocios operativos cobran aún más relevancia. Mientras que los activos financieros tradicionales pueden sufrir ante los cambios en la política monetaria, un negocio bien gestionado puede adaptarse y prosperar. Como me dijo una vez un mentor: "En tiempos de incertidumbre, el mejor activo es aquel sobre el que tienes control directo".
No obstante, es importante aclarar que no cualquier negocio sirve como base productiva efectiva. Los UHNWI tienden a enfocarse en negocios con características específicas: márgenes saludables, barreras de entrada significativas y potencial de escalabilidad. También suelen mantener un control estratégico mientras delegan la operación diaria a equipos profesionales.
La tendencia hacia la digitalización ha hecho que los negocios sean aún más atractivos como base de riqueza. La capacidad de escalar operaciones sin un incremento proporcional en costos ha creado oportunidades sin precedentes. Como dice Jeff Bezos: "En el mundo digital, la escala es gratis". Esta realidad ha permitido que negocios bien posicionados generen rendimientos extraordinarios con inversiones relativamente modestas.
La conclusión es clara: si aspiramos a construir y mantener riqueza significativa, un negocio propio no es opcional, es fundamental. No solo proporciona una base productiva sólida, sino que también ofrece el control y la flexibilidad necesarios para navegar en un mundo económico cada vez más complejo.
Y tú, ¿Has considerado cómo un negocio podría servir como base productiva para tu estrategia de construcción de riqueza a largo plazo?
Diego Alcalá, Director Operativo en Comprando América
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