El fenómeno de las profecías autocumplidas juega un papel interesante en la dinámica de los mercados financieros. Este concepto se origina en el ámbito de la sociología y encuentra una aplicación intensa en la economía, especialmente en los mercados financieros.
La idea central de este concepto es que las expectativas o predicciones sobre el comportamiento del mercado pueden, por sí mismas, provocar que dicho comportamiento se manifieste en la realidad.
En este análisis exploraremos cómo las expectativas colectivas de los inversionistas pueden generar movimientos cíclicos en los mercados, y cómo, en ocasiones, lo que todos esperan o piensan puede materializarse precisamente porque esas expectativas colectivas guían sus acciones.
Por ejemplo, si los inversionistas anticipan una caída en el valor de una acción y, como resultado, venden masivamente esa acción, el precio de la misma efectivamente caerá, validando la expectativa original. Esta dinámica subraya la importancia de la psicología del mercado y cómo la percepción colectiva puede afectar a la realidad económica.
Los movimientos cíclicos en los mercados financieros se refieren a las fluctuaciones periódicas que se observan en los precios de los activos a lo largo del tiempo. Estos ciclos pueden variar en duración. Lo que caracteriza a estos movimientos es su naturaleza predecible hasta cierto punto, basada en patrones históricos y tendencias observadas.
La relación entre los movimientos cíclicos y las profecías autocumplidas se establece a través de la expectativa colectiva. Cuando los participantes del mercado creen en una fase particular del ciclo, como una recuperación económica o una recesión, sus acciones colectivas en respuesta a estas creencias pueden acelerar o incluso causar la transición hacia dicha fase.
Otro ejemplo es que, la anticipación de una recuperación económica puede llevar a un aumento en la inversión y el consumo, impulsando efectivamente la economía hacia el crecimiento, aun cuando los fundamentos no hayan cambiado.
Mecanismos de las profecías autocumplidas
Dos componentes principales facilitan este fenómeno:
La formación de expectativas colectivas se da cuando una masa crítica de participantes del mercado comparte una visión similar sobre el futuro de un activo o del mercado en general.
Las expectativas colectivas conducen a acciones coordinadas. Si una mayoría de inversionistas espera que el precio de una acción aumente, es probable que compren más de esa acción, lo que efectivamente aumenta su precio.
Este proceso de retroalimentación entre expectativas y acciones reales en el mercado crea un ciclo que puede reforzar la dirección inicialmente anticipada por los inversionistas, culminando en la realización de la profecía autocumplida.
Otro ejemplo clásico de profecía autocumplida en los mercados financieros es el caso de una empresa cuyas acciones comienzan a caer debido a rumores de que enfrenta problemas financieros graves, aunque en realidad no sea cierto. La secuencia típica de eventos es la siguiente:
Circula un rumor entre los inversionistas de que una empresa reconocida enfrenta problemas financieros que podrían llevarla a la bancarrota.
Reacciona el mercado, aunque la empresa está en una situación financiera estable, la difusión del rumor provoca que los inversionistas comiencen a vender sus acciones por temor a sufrir más perdidas.
La venta masiva de acciones lleva a una caída en el precio de las mismas. Esto puede afectar negativamente la percepción del mercado sobre la solidez de la empresa.
La caída en el precio de las acciones puede tener consecuencias reales para la empresa, como dificultades para obtener financiamiento en el futuro o una disminución en el valor de mercado.
Aunque el rumor inicial no era cierto, la reacción del mercado basada en este rumor puede llevar a la empresa a enfrentar realmente dificultades financieras, cumpliendo así la profecía autocumplida.
En este escenario, la creencia inicial de los inversionistas, aunque infundada, desencadena una serie de eventos que eventualmente hacen que la creencia se convierta en realidad. Esto demuestra cómo las percepciones y expectativas en los mercados financieros pueden influir en los resultados económicos reales.
Ejemplos históricos
A lo largo de la historia, los mercados financieros han sido escenario de numerosos ejemplos de profecías autocumplidas. Uno de los más notorios fue el crash de 1929, donde la expectativa de una caída masiva en los precios de las acciones llevó a una venta desenfrenada, logrando asi el colapso del mercado. Otro ejemplo más reciente es la crisis financiera global de 2008, donde la falta de confianza en la solidez del sistema financiero llevó a una retirada masiva de fondos y créditos.
Estos ejemplos demuestran cómo las expectativas negativas pueden llevar a acciones que precipitan precisamente el resultado temido, pero también, cómo las expectativas positivas pueden ayudar a estimular la recuperación y el crecimiento.
Y a todo esto, ¿cómo se puede gestionar el efecto de las profecías autocumplidas?
El impacto psicológico en los inversionistas juega un papel crucial en la dinámica de las profecías autocumplidas dentro de los mercados financieros. Este efecto se puede desglosar en varios componentes psicológicos y de comportamiento que influyen en la toma de decisiones de los inversionistas.
Estos son algunos ejemplos de los efectos más comunes…
Efecto manada: Este fenómeno se refiere a la tendencia de los inversionistas a seguir las acciones de una masa crítica de participantes en el mercado, independientemente de sus propias evaluaciones o información. La percepción de un consenso o tendencia dominante puede llevar a los inversionistas a ajustar sus estrategias para alinearlas con las expectativas colectivas, amplificando movimientos de mercado basados en estas percepciones.
Sesgo de confirmación: Los inversionistas a menudo buscan y dan más peso a la información que confirma sus creencias preexistentes o expectativas del mercado. Este sesgo los lleva a una interpretación selectiva de la información, reforzando las expectativas colectivas y su impacto en las decisiones de inversión. Tambien es conocido como el encierro en una camara de eco.
Aversión a la pérdida: La aversión a la pérdida describe la tendencia de los inversionistas a preferir evitar pérdidas sobre obtener ganancias equivalentes. En el contexto de las profecías autocumplidas, el miedo a perder capital en una anticipada caída del mercado puede provocar ventas preventivas, lo que a su vez puede desencadenar la caída del mercado que los inversionistas temían inicialmente.
Exuberancia irracional: Este término, popularizado por Robert Shiller, se refiere a la euforia de los inversorionistas que puede inflar los precios de los activos más allá de lo que justificarían los fundamentos económicos. La exuberancia irracional puede llevar a burbujas de mercado que eventualmente estallan, cumpliendo así la profecía de una corrección del mercado.
Estos factores psicológicos, en conjunto, facilitan el surgimiento de profecías autocumplidas en los mercados financieros al influir en cómo los inversionistas interpretan la información del mercado y toman decisiones de inversión basadas en expectativas colectivas.
Y tú, ¿De que profecias autocumplidas en los mercados te acuerdas?
Diego Alcalá, Director de Operaciones en Comprando América
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