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Volatilidad e irracionalidad en los mercados


Estamos atravesando un mercado volátil e irracional. Ninguna sorpresa. En este tipo de ciclos de mercado, tan afectados por noticias y políticas monetarias sin precedentes, influyen factores como la psicología, manipulación, eventos inesperados y macro ciclos económicos que van modificando las expectativas del desempeño de los vehículos de inversión en general, pero en especial de aquellos que mantienen una cotización pública como las acciones o divisas.


Los mercados financieros, tanto bursátiles como de criptomonedas, son casi siempre impredecibles y pueden parecer contradictorios. Cuando hay un gran optimismo y la gente espera que los precios sigan subiendo, es precisamente cuando los precios pueden estar cerca de caer. Y lo mismo sucede al revés.


Por eso me gusta recordar la siguiente frase: “Los mercados pueden mantenerse irracionales más tiempo del que tú te puedes mantener solvente”


Al día de hoy, los mercados están experimentando caídas fuertes a pocos días de que se estuviera pensando que ya estábamos en medio de un ciclo alcista. El mercado de acciones estuvo cerca de máximos históricos hace solo unas semanas mientras que el Bitcoin ya rompió máximos históricos este año y el apetito al riesgo también esta presente en el flujo de dinero hacia fondos de Venture Capital, acompañados del fenómeno de la bajada de intereses en Estados Unidos.


El presente del mercado le da la razón a aquellas voces cautelosas que nos estuvieron recordando el viejo dicho: “Lo que sube, tiene que bajar”. Estas advertencias sirven como un recordatorio para no dejarse llevar por la euforia, sustentadas en los mismo patrones que veíamos en los ciclos pasados, y para considerar los riesgos potenciales, manteniendo una perspectiva equilibrada en las inversiones. Aunque poca gente realmente tiene presente estas advertencias.


En el análisis de hoy, intentaremos entender algunos de estos factores, tenerlos presentes puede hacer que nos descubramos a nosotros mismos en alguna falacia antes de invertir. Y si no crees que eres susceptible a esas falacias; pregúntate porque la mayoría de los activos te llaman la atención hasta el momento en el que tienen su precio cerca de máximos históricos.


Primer concepto: Psicología de mercado


La psicología del mercado es el factor clave que hace que el comportamiento del mercado sea impredecible, contradictorio y contra intuitivo. Los inversionistas, siempre impulsados por emociones humanas como la codicia y el miedo - aunque los economistas digan que somos racionales - toman decisiones que no siempre se alinean con la lógica económica del valor, y comienzan a distorsionar la relación de valor y precio de un activo.

Recuerda: Precio es lo que pagas y valor es lo que obtienes.


Cuando los mercados están en un estado de euforia, los inversionistas generalmente se dejan llevar por la codicia y llegan a comprar activos a precios inflados, lo que nos lleva a la formación de burbujas financieras. Estas burbujas se caracterizan por una valoración excesiva de los activos. La codicia ciega a los inversionistas de las señales de advertencia, lo que resulta en una sobrecompra que no es sostenible y deja a los activos en status de sobrevaluados.


El fenómeno contrario en el mercado es el del miedo, dicho sentimiento en un sentido de inversiones puede causar pánico en el mercado, llevando a los inversionistas a vender sus activos precipitadamente, lo que provoca una caída rápida y profunda en los precios de cualquier activo que entra en este ciclo. Este comportamiento de venta masiva puede ser desproporcionado en relación con los fundamentos del activo, lo que demuestra la naturaleza irracional del miedo.


La psicología del mercado nos puede llevar a comportamientos contra intuitivos. Por ejemplo, las noticias positivas pueden a veces resultar en una caída de los precios debido a las expectativas previas del mercado o a la toma de ganancias de los inversionistas que se anticiparon. El mercado no es juego lógico ni justo. Del mismo modo, las noticias negativas pueden llevar a un aumento de los precios si los inversionistas creen que lo peor ya ha pasado. “Compra el rumor y vende la noticia”


La psicología del mercado es un componente impredecible que añade complejidad al análisis del mercado, y siempre debe ser tomada en cuenta. Si no la analizamos y la entendemos, probablemente terminemos siendo victimas de la misma.


Aunque los modelos económicos intentan predecir el comportamiento del mercado, la naturaleza emocional de los inversionistas desafía estas predicciones, resultando en movimientos de mercado que son difíciles de anticipar.


Segundo concepto: Manipulación de mercado


La manipulación del mercado es una práctica (más común de lo que crees) en la que ciertos inversionistas o grupos de inversionistas inflan artificialmente los precios de los activos para luego venderlos a un precio más alto. Este tipo de actividad puede engañar a otros participantes del mercado haciéndoles creer que hay un mercado alcista genuino, cuando en realidad, el aumento de los precios es el resultado de manipulaciones y no de factores o fundamentos sólidos.


Los manipuladores utilizan una variedad de tácticas, como difundir información falsa o engañosa para influir en la percepción de los inversores o realizar operaciones de compra y venta que den la apariencia de una alta demanda de ciertos activos. Estas acciones pueden llevar a un aumento temporal en los precios, permitiendo a los manipuladores vender sus acciones a precios inflados. Ahora, en el mundo de las redes sociales, manipular es más fácil de nunca. Constantemente vemos ataques mediáticos a ciertos activos para después ver como entran fondos institucionales a hacerse de esos activos por un precio descontado.


Tercer concepto: Ciclos económicos


Los ciclos económicos son períodos alternos de expansión y contracción en la economía que afectan a los mercados bursátiles y en general a todos los tipos de activos. Durante las fases de expansión, cuando la economía crece y el desempleo es bajo, las empresas suelen reportar mayores ganancias, lo que aumenta la confianza de los inversionistas y los precios de las acciones tienden a subir. Los inversionistas se sienten optimistas sobre el futuro y están dispuestos a invertir más en el mercado. Entran a un ciclo de feedback positivo.


Durante las recesiones, la economía se contrae, el desempleo aumenta y el gasto de los consumidores disminuye. Las empresas reportan menos ganancias o incluso pérdidas, lo que lleva a una disminución de la confianza de los inversionistas. Esto lleva a los precios de las acciones a caer, ya que los inversionistas venden sus acciones y otros activos percibidos o categorizados como “de riesgo” ante la expectativa de tiempos económicos difíciles.


Los ciclos económicos se ven influenciados por geopolítica, tasas de interés, inflación y otros factores macroeconómicos. Los bancos centrales pueden ajustar las tasas de interés para (según ellos) controlar la inflación y estimular el crecimiento, lo que tiene un impacto significativo en los mercados.


Es importante para los inversionistas entender que los mercados bursátiles no solo reflejan el estado actual de la economía, sino también las expectativas futuras. Por lo tanto, incluso en medio de una recesión, si el mercado cree que la economía se recuperará pronto, los precios de los activos comienzan a subir anticipadamente. Esto demuestra la naturaleza especulativa y prospectiva de los mercados bursátiles en relación con los ciclos económicos.


No olvidemos que el mercado bursátil es un sistema complejo y que no hay forma de predecir el futuro. No existen gurus del mercado. Los inversionistas deben ser conscientes de los riesgos que implica invertir en mercados de cotización publica y deben diversificar sus inversiones para minimizar o disminuir sus riesgos.


Las expectativas en el mercado bursátil son volátiles y cambian drásticamente en un corto período de tiempo. Esta fragilidad se debe a que las expectativas se basan más en suposiciones y creencias que en hechos concretos. Los inversionistas interpretan la información disponible y actúan según sus percepciones, lo que nos suele llevar a una mentalidad de rebaño donde las decisiones se toman en masa.


Siempre debemos diferenciar entre las expectativas del mercado basadas en especulaciones y aquellas basadas en análisis fundamentales sólidos. Entender esta distinción nos va a ayudar a navegar por los altibajos del mercado y tomar decisiones de inversión más informadas y menos impulsivas.


Diego Alcalá, Director de Operaciones en Comprando América

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